Si por Rusia hubiese sido, el Imperio Alemán habría ganado de calle la I Guerra Mundial... y el siglo XX hubiera sido muy distinto del que vivimos. Hasta es muy probable que, de haber salido el káiser victorioso de ese envite, usted no estaría leyendo esto... ni yo escribiéndolo. La Historia, como acción humana que es, constituye un proceso complejísimo, y si se altera una parte de ella, por minúscula que sea, se altera igualmente el todo. He aquí la prueba de la imposibilidad del socialismo... y de que jamás se podrá viajar al pasado para cambiarlo.
sábado, 24 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
Constituciones... y van nueve
Todas las Constituciones españolas de un vistazo en una sencilla línea de tiempo que me he currado con el Photoshop. Iba a decir que quizá ha llegado el momento de practicar algunos cambios en la del 78, aunque, visto lo visto, lo más probable es que la cambien pero a peor. Así que tal vez lo mejor sea que la dejen como está.
martes, 29 de noviembre de 2011
Thatcher, la hija del tendero
Llegó a la presidencia del Partido Conservador de pura carambola tras la dimisión de Keith Joseph en 1975. A partir de ahí consiguió llegar a ser primer ministro ganando con autoridad tres elecciones. Sacó al Reino Unido de una profunda crisis moral y económica, ganó una guerra y creo una doctrina de Gobierno que lleva su nombre. Ha sido una de las grandes mujeres de lo mejor que nos dejó el siglo XX.
jueves, 24 de noviembre de 2011
Minerva, en nombre del individuo
El siglo XX fue probablemente el más corto del milenio. Empezó con la 1ª Guerra Mundial, en 1914, y terminó con el colapso de la Unión Soviética; es decir, 77 años mal contados que, sin embargo, dieron para mucho. Fue un siglo borracho de estatismo, patrioteo, desfiles, brazos y puños en alto, el apogeo de la política. En dos palabras: guerras y dictaduras. De ahí que una de las excentricidades más brillante de la centuria fue la creación de países artificiales por parte de pirados que, o bien aspiraban a apuntarse al festín, o trataban de escapar de la marea nacionalista que inundó todo el mundo.
Unos, como el principado de Sealand, nacieron sobre una plataforma marina que un ocurrente británico decidió independizar del Reino Unido en 1967, la misma época en la que, tierra adentro, los Beatles hacían furor. Una cosa iba con la otra. El inventor de Sealand, un veterano de la Armada llamado Roy Bates, segregó una defensa antiaérea del mar del Norte y fundó un principado sobre una plancha de metal de unos 500 metros cuadrados que albergaba caseta y solarium.
Unos, como el principado de Sealand, nacieron sobre una plataforma marina que un ocurrente británico decidió independizar del Reino Unido en 1967, la misma época en la que, tierra adentro, los Beatles hacían furor. Una cosa iba con la otra. El inventor de Sealand, un veterano de la Armada llamado Roy Bates, segregó una defensa antiaérea del mar del Norte y fundó un principado sobre una plancha de metal de unos 500 metros cuadrados que albergaba caseta y solarium.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Intel 4004, la conquista de lo pequeño
Se cumplen cuarenta años de la invención del microprocesador, un tipo de chip que hoy es omnipresente en prácticamente todos los aparatos electrónicos. A pesar de su pequeño tamaño y de su modesta composición, simple silicio, el mundo actual no se podría entender sin él. Nosotros movemos a los microprocesadores y ellos mueven el mundo.
El número de noviembre de 1971 de la revista Electronic News llevaba una curiosa noticia: Intel, una compañía de Silicon Valley recién nacida, acababa de anunciar el lanzamiento del primer microprocesador encapsulado en un solo y minúsculo chip. Para un lego en asuntos tecnológicos aquella historia apenas tenía interés, por eso ni la gran prensa ni la televisión se hicieron eco de ella. Para los ingenieros, sin embargo, semejante noticia suponía una auténtica revolución. La invención de ese pequeño microprocesador que tenía el tamaño de una uña, abría posibilidades sin fin para una industria que, en el lapso de tres décadas, estaba llamada a cambiar la faz de la Tierra.
El número de noviembre de 1971 de la revista Electronic News llevaba una curiosa noticia: Intel, una compañía de Silicon Valley recién nacida, acababa de anunciar el lanzamiento del primer microprocesador encapsulado en un solo y minúsculo chip. Para un lego en asuntos tecnológicos aquella historia apenas tenía interés, por eso ni la gran prensa ni la televisión se hicieron eco de ella. Para los ingenieros, sin embargo, semejante noticia suponía una auténtica revolución. La invención de ese pequeño microprocesador que tenía el tamaño de una uña, abría posibilidades sin fin para una industria que, en el lapso de tres décadas, estaba llamada a cambiar la faz de la Tierra.
sábado, 12 de noviembre de 2011
¿Decantan el voto los debates electorales televisados?
No, los expertos electorales calculan que sólo un porcentaje mínimo de votos –entre el 1% y 5%– cambian tras el debate televisado. El porcentaje de votos que, a raíz de la emisión del debate, viajan de un candidato a otro es mucho menor, prácticamente inapreciable. A no ser que los candidatos se encuentren empatados, la influencia del debate sobre la intención de voto es nula.
lunes, 24 de octubre de 2011
SGAE, todo por la pasta
Mediado el verano del año pasado una sorprendente noticia saltó a las redacciones de los periódicos: la Sociedad General de Autores y Editores, la SGAE, pedía 14.000 euros al alcalde de Zalamea por representar la obra homónima, un drama en tres actos escrito en el siglo XVII por Calderón de la Barca, en las fiestas del pueblo. Esta obra, por su antigüedad, es de dominio público pero la versión que se representa todos los años en Zalamea es una adaptación de Francisco Brines, un escritor de nuestro tiempo que, hace 15 años, tuvo a bien regalársela al pueblo.
La petición de la SGAE se ajustaba a derecho, a su derecho, claro. Esta sociedad privada reúne –de grado o por la fuerza– a todos los autores de España y se encarga de cobrar por sus obras. No importa que el autor no quiera afiliarse; o que, en un acto de generosidad, regale una de sus obras. La SGAE siempre cobra. Por eso se presentaron en Zalamea, un pueblecito pacense de 4.000 habitantes cuyos vecinos, 600 en total, interpretan la obra que inmortalizó el nombre del pueblo.
La petición de la SGAE se ajustaba a derecho, a su derecho, claro. Esta sociedad privada reúne –de grado o por la fuerza– a todos los autores de España y se encarga de cobrar por sus obras. No importa que el autor no quiera afiliarse; o que, en un acto de generosidad, regale una de sus obras. La SGAE siempre cobra. Por eso se presentaron en Zalamea, un pueblecito pacense de 4.000 habitantes cuyos vecinos, 600 en total, interpretan la obra que inmortalizó el nombre del pueblo.
miércoles, 12 de octubre de 2011
La guerra de las tabletas
Microsoft creo el concepto hace ya diez años, pero no consiguió hacerse realidad hasta que Steve Jobs transformó su iPhone en una fina pantalla multitáctil de diez pulgadas. Sirven para todo, son fácilmente transportables, tienen un precio asequible y constituyen un aplanado objeto de deseo por parte de los consumidores. Por eso y por mucho más las tabletas serán el gadget de esta década. La guerra no ha hecho más que comenzar, quien gane será el dueño de un mercado que ya mueve una cantidad mareante de ceros.
Al comenzar el año 2007 todo estaba dicho en electrónica de consumo, o eso, al menos, era lo que pensaba un mercado ya maduro, con sus cimientos bien asentados y sus segmentos bien delimitados. Entonces, el día 9 de enero de aquel año, apareció Steve Jobs con su jersey negro de cuello alto en el escenario del Moscone Center de San Francisco y encendió la mecha de una nueva revolución tecnológica: la de los dispositivos móviles multiusos, multitáctiles y permanentemente conectados. Eso es lo que, en líneas generales, era el iPhone, una reinterpretación muy personal del teléfono móvil o, parafraseando al propio Jobs, el teléfono móvil como debería haber sido desde el principio.
Al comenzar el año 2007 todo estaba dicho en electrónica de consumo, o eso, al menos, era lo que pensaba un mercado ya maduro, con sus cimientos bien asentados y sus segmentos bien delimitados. Entonces, el día 9 de enero de aquel año, apareció Steve Jobs con su jersey negro de cuello alto en el escenario del Moscone Center de San Francisco y encendió la mecha de una nueva revolución tecnológica: la de los dispositivos móviles multiusos, multitáctiles y permanentemente conectados. Eso es lo que, en líneas generales, era el iPhone, una reinterpretación muy personal del teléfono móvil o, parafraseando al propio Jobs, el teléfono móvil como debería haber sido desde el principio.
sábado, 8 de octubre de 2011
¿Se puede abuchear a los políticos?
Sí, protestar pacíficamente en la calle y, naturalmente, abuchear a los que gobiernan es un derecho amparado por la Constitución. Decirle a un político a la cara lo que se piensa de él y de la manera que hace su trabajo es libertad de expresión en estado puro. Ningún Gobierno que se diga democrático puede coartarla mediante leyes, normativas u ordenanzas.
viernes, 30 de septiembre de 2011
¿Tienen autoridad moral los sindicatos mayoritarios?
No, el sindicalismo “de clase” parte de un error teórico fundamental. Se alinea con la doctrina marxista, ampliamente refutada en el plano académico y desacreditada en el mundo real tras ser aplicada con trágicas consecuencias en multitud de países. Concibe la sociedad como un ente dividido en clases sociales estancas y necesariamente enfrentadas. La realidad nos dice exactamente lo contrario.
sábado, 24 de septiembre de 2011
Pachauri, toma el dinero y miente
En la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz de 2007 hizo acto de presencia pública de la mano de Al Gore un tal Rajendra Pachauri, indio de la India y presidente del IPCC, el panel de la Naciones Unidas para el Cambio Climático. Curioso y desconocido personaje con pinta de Sandokán metido en años y, según contaban las crónicas de absolutamente todos los medios de comunicación, desinteresado batallador de causas heroicas como el calentamiento global, que, en aquellos pecadores años de abundancia, era un mantra que casi nadie se atrevía a poner en duda.
viernes, 26 de agosto de 2011
La fiebre del oro
Hace sólo diez años se pagaba por la onza de oro unos 270 dólares. Hoy por esa misma cantidad se pagan 1.750 o, lo que es lo mismo, casi unas siete veces más. Quien hubiese comprado oro unos días antes del fatídico 11-S y pensase mañana liquidar la inversión poniéndolo a la venta en el mercado habría hecho un negocio inmejorable. Algo parecido puede decirse de todos los metales preciosos; de la plata, que ha pasado de los 4 dólares la onza a los 44, del platino, que se ha ido de los 450 la onza a los 1.900, e incluso del paladio que “sólo” ha doblado su precio en este periodo: en 2001 se pagaba por una onza de este metal unos 400 dólares y hoy se pagan 800.
miércoles, 27 de julio de 2011
¿Por qué fracasó el transbordador espacial?
Aunque el espacio exterior se encuentra a sólo unos kilómetros por encima de nuestras cabezas, llegar hasta allí y regresar sano y salvo es extremadamente costoso y entraña una extraordinaria dificultad técnica. Primero hay que escapar de la gravedad de la Tierra, que actúa como un imán y no deja que nada ni nadie se escape de su atracción. Conseguido esto hay que volver a entrar, a reentrar tal y como se conoce en el argot astronómico, salvando la densa atmósfera terrestre, un impenetrable escudo que, o hace rebotar los objetos que pretenden atravesarla, o los incinera.
viernes, 20 de mayo de 2011
Indignados, la revolución reaccionaria
Una de las tácticas que Lenin recomendó a los mandarines del Partido Bolchevique para hacerse con el poder consistía en montar organizaciones pantalla, aparentemente no relacionadas con el Partido, que habrían de servir para llegar a nuevos graneros de votos. Así, los primeros bolcheviques se apoderaron de los más variopintos movimientos que, en principio, eran refractarios al ideario comunista, ya entonces un guiso muy pesado para los estómagos de los pequeños comerciantes, los campesinos con tierra o los artesanos. Una vez conquistado el poder, única razón de ser de la izquierda desde sus orígenes leninistas, caían las pantallas y, con ellas, la vida y hacienda de los que osasen disentir.
lunes, 28 de febrero de 2011
Perro loco Gadafi y su corte del despropósito
Muammar Al Gadafi nació en una jaima del desierto líbico en plena guerra mundial, cuando Rommel y Montgomery se batían el cobre entre Bengasi y El Alamein. A los 27 años se hizo con el poder gracias a un golpe de Estado que derrocó al rey Idris. Admiraba a partes iguales al Che Guevara y al dictador egipcio Gamal Abdel Nasser. Sobre las averiadas enseñanzas de ambos compuso su obra magna: el “Libro verde”, un cuadernillo que refreía el marxismo con el nacionalismo panárabe y el tercermundismo del África negra.
domingo, 27 de febrero de 2011
Reyes de Calibán
Jean-Bedel Bokassa, autocoronado emperador del Imperio Centroafricano |
En la milenaria historia de África sólo hay un acontecimiento histórico que supere en dramatismo la tragedia de la colonización: la de la descolonización. Cuando, a mediados de los 50, las potencias europeas venidas a menos tras la hecatombe bélica decidieron desprenderse de sus posesiones africanas no sobrevino una era de paz, democracia y prosperidad, sino el tiempo de algunos de los tiranos más espantosos que ha conocido la especie humana.
miércoles, 19 de enero de 2011
Túnez, la frustrada Suiza del Magreb
Túnez o, mejor dicho, Tunicia, es un invento muy reciente. Lo crearon los franceses de la nada. A finales del siglo XIX la Tercera República Francesa se encontraba en plena expansión colonial en África. Anexionada Argelia, los militares galos ambicionaban hacerse con los despojos otomanos en el norte de África a modo de compensación por el dominio incontestable que los británicos tenían sobre las rutas marítimas en el Mediterráneo.
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