jueves, 24 de diciembre de 2009

El libro negro de una revolución blanca

De todas las revoluciones que en el mundo han sido –y ya van una cuantas a estas alturas de la modernidad–, hay una que posee una suerte de aura mágica que la convierte en intocable. Que fuese la segunda (la primera fue la americana, aunque de un tiempo a esta parte los de siempre se empeñen en negarle la carta de pureza revolucionaria) y que haya pasado tanto tiempo ayuda mucho a esa visión acaramelada de lo que ocurrió en Francia en la última década del siglo XVIII.

En el continente europeo, y especialmente en España, nos gusta mirarnos en ese espejo, ver nuestra imagen reflejada en esa revolución de sans-culottes, sombreros de tres picos y asaltos a bayonetazos. Nos gusta porque los siglos XIX y XX no han sido más que una prolongación patética de aquella mística revolucionaria de descamisados que adquieren conciencia de sí mismos y aristócratas mordiendo el polvo del cadalso. Es más, la revolución tal y como hoy la entendemos es siempre un trasunto de la toma de la Bastilla y el saqueo de las Tullerías, del pueblo en armas y ejecuciones sumarias del enemigo contrarrevolucionario.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Ni Goebbels y Münzenberg juntos...

... hubieran podido crear una pieza propagandística tan perfecta. El apocalipsis del año 1000 es una broma al lado de esto. Y todo para que una recua de golfantes se lo lleven crudo.



jueves, 3 de diciembre de 2009

La tertulia del Café Pombo (90 años después)

Asín de informales son las fuerzas vivas del interné español. En su bar, con su tele puesta, su señora merendando una tostada, su servilletero y su menú de combinados apoyado sobre el convoy de aceite y vinagre.

Nachojcolar, alias El Hijo de Arsenio, mira a la cámara del iPhone sabedor de que es protagonista de un momento histórico que permanecerá como tinta indeleble en la cache del Gugel durante generaciones. El repelente niño Berlín con su habitual cara de boniato hace morritos a uno que no sé quien es. Al otro lado de la mesa, vacilón, de costado, dominando la situación, Julio Alonso, que es clavadito a Maese Cámara, el electroduende de La Bola de Cristal. Por último, Dans, Notario Mayor del Interné, apuntándolo todo para que conste en acta... y para que tiemble la ministra, la misma, todo sea dicho, que han votado el 90% de los asistentes al convite.

No hay que preocuparse, estamos en buenas manos. Los vengadores del Internauta no permitirán que nos pase nada, y a ellos, menos aún.

Pregunta del millón: ¿dónde se había metido Martín me lo chevo crudo Varsavsky?