miércoles, 28 de febrero de 2007

El Ché Guevara (el mío) en Criteria

Hace tres años dediqué unos meses a leerme todo (o casi) lo que había escrito Ernesto Guevara de la Serna, ciudadano argentino convertido en matarife cubano rebautizado como Ché, así, con tilde. La editorial que lo publicó no dio demasiada difusión al libro por motivos obvios, y la edición se fue vendiendo de mala manera entre España y América en muy pocas librerías, casi todas de libros de oferta. No pensé en aquel entonces que el libro fuese a ser un superventas ni a sacarme de pobre. Lo escribí porque me apetecía hacerlo robándole horas al sueño y porque un editor se prestó a publicarlo (sin leérselo antes por lo que vi más tarde) Lo que más me molestó es la poca voluntad que el editor tuvo en darle salida, a pesar de que Víctor Llano me organizó una presentación muy maja en la Fundación Hispano-Cubana y FJL me entrevistó en su programa.

martes, 27 de febrero de 2007

No se dan por vencidos

Decían que E-On era mala por ser alemana, y ahora nos vienen con que Enel es buena a pesar de que es italiana. Debe ser que los italianos les parecen como más de la casa, ya se sabe, aquello de la latinidad. Lo peor es que sí que son de la casa. En Alemania manda Merkel, que es del CDU, prima segunda de los biznietos de los que mataron a Lorca. En Italia, en cambio, hace como que manda -pero sin demasiada convicción- Romano Prodi, que, como todo el mundo sabe, es primo carnal del biznieto de Lorca. Y no sólo eso, es también el dueño de Enel, chiringuito público donde el Gobierno italiano mangonea a placer cuando quiere y como quiere. La cosa está clara, ¿o no?

No se donde se habrán dejado aquella bobada de la soberanía energética y majaderías similares a las que los socialistas son tan dados cuando las cosas no salen como ellos pensaban.

Si lo de Enel prospera veremos como una empresa privada, cuyos dueños son sus accionistas, pasa a manos de la casta política más desvergonzada y corrupta del continente, más incluso que la nuestra, que ya es decir. Más de uno debe estar frotándose las manos porque donde comen dos comen tres, y hasta cuatro. Lo que nunca harán es darse por vencidos cuando el festín merece la pena. Son políticos, y socialistas, que más se puede pedir.

viernes, 16 de febrero de 2007

O bajas el precio o te quito el súper

Este tipo de cosas hasta que no las lees y ves por tí mismo que van en serio no te las crees: "Chávez advierte que su plan nacionalizador incluirá a los supermercados que especulen". Es decir, que va a reconvertir los otrora surtidos supermercados venezolanos en tiendas de abastos a la moscovita, con su interminable cola en la que las amas de casa echaban la mañana, sus mendrugos de pan duro en una estantería roñosa y su estricto horario funcionarial de 9 a 3. Dice que no le va a quedar más remedio porque los ávaros comerciantes están dando salida al género más caro de lo que su Gobierno fija y eso, claro, hace subir los precios. Como no es el momento de ponerme a explicar las funestas consecuencias de los controles de precios, y como las lecturas del susodicho (a la foto me remito) tampoco invitan a perder el tiempo con obviedades, sólo diré que, una vez nacionalizado el colmado de la esquina no habrá más género que el que he dejado arriba encima de la estantería. Y no garantizo que los mendrugos lleguen a las 11 de la mañana. Ahora me pregunto, ¿por qué la especie humana será tan rematadamente boba y cae una y otra vez en los mismos errores? No aprendemos.

martes, 6 de febrero de 2007

Sacalugo, lo que quieras, pero cuéntanoslo

No cesa. Estas anotaciones de José Carlos y Dani son las últimas gotas de una cascada de anotaciones cruzadas entre algunos compañeros míos del Juan de Mariana y un tal Mario Cuellar, conocido como El Sacalugo por su pertenencia a Aideka, aquel sindikato con K que se creó en Robovisión Española al calorcito del consejero Sacaluga, un hacha del politiqueo que, así a lo tonto, ha colocado a su mujer y a su hermano en sendos carguitos de nada en el Ente público. Pero a lo que vamos, dejemos a Sacaluga-padre compartir su bienaventuranza en familia y centrémonos en Sacaluga-hijo, en el El Sacalugo, un sujeto de estos que uno piensa que existen y que se van de manifa a apedrear un Starbucks, pero que no escriben porque lo que aprendieron junto a Miriam Municio en sus años de huelgas estudiantiles ya se les ha olvidado.