lunes, 31 de diciembre de 2012

Armagedón funcionarial


Mucho reírse de los mayas y de su incumplida profecía del fin del mundo cuando, al menos en parte, tenían razón. Se equivocaron en la fecha. El día del juicio final no fue el día 21, cierto, pero lo será el próximo día uno. ¿Qué son diez míseros días cuando hablamos de miles de años? En cuanto uno ajusta los bisiestos y mete un par de cambios en el calendario se le descuadra el baktún maya. Y no afectará a todos, sino exclusivamente a los funcionarios españoles que, como son tantos, conforman una porción nada despreciable de la humanidad.

He venido a hablar de mi(s) libro(s)


Ayer llevaba La Gaceta, su periódico, un especial sobre los columnistas del diario que hemos sacado algún libro a lo largo del año. Como somos unos cuantos hace dos semanas nos citó un fotógrafo debajo del puente de Juan Bravo para retratarnos a todos. Faltaba sólo Itxu Díaz y Juan Manuel de Prada. El resto estamos todos ahí, de cuerpo presente y ateridos de frío. Yo, que soy más madrileño que nadie, me quité la chaqueta pensando que sería cosa de un par de minutos y nos tuvieron allí media hora entre pitos y flautas, es decir, entre uno que llegó tarde (no diré quien) y lo maniáticos que son los fotógrafos en lo suyo (si lo sabré yo).

Luego, cuando nuestra temperatura corporal rondaba los 35 grados pelados, Gonzalo Altozano nos pidió que hiciésemos una breve reseña de nuestras creaciones. Tan breve que apenas daba para hablar ni de medio libro. Así que figúrese lo que me costó reseñar tres libros, y más teniendo en cuenta que uno de ellos, la "Enziklopedia Perroflauta", es tan enjundioso y fundamental que sin él no se puede entender el mundo contemporáneo. Lo resolví hablando del Kindle, que es un aparato extraordinario. Aquí lo tiene.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Díaz Villanueva: “En Intereconomía me he sentido más libre que nunca”

Existen personas con el magnético don de polarizar todas las opiniones que se vierten sobre ellas. Figuras que hacen desaparecer toda la gama de grises que van entre la profunda admiración y el odio más encarnizado. Personajes cuyas declaraciones son requeteretuiteadas en un galimatías de muestras de apoyo y linchamientos públicos. Una de estas personas es Fernando Díaz Villanueva (FDV para la comunidad tuitera). Madrileño de la cosecha del 73, Díaz Villanueva es historiador de formación y periodista de profesión. De su vena historiadora salieron una biografía sobre el “Ché” Guevara y la colección de “episodios nacionales” (con perdón de Galdós) “Treinta siglos no es nada“. Su vocación periodística le llevó a trabajar en Libertad Digital y, actualmente, a escribir en La Gaceta y su rama económica Negocios.com. No sería justo explicar quién es FDV y olvidar sus otras dos grandes pasiones: el Atlético de Madrid y la escuela austriaca de economía (no en vano es uno de los fundadores del centro de estudios liberal Instituto Juan de Mariana). No obstante, su fama en los últimos tiempos es debida, en buena parte, a su ingreso en la Royal Society of Perroflautian Sciences de la Universidad de Oxford como Research Fellow y titular de la cátedra ‘Willy Toledo’, a la que accedió tras publicar junto a Pablo Molina la aplaudida “Enziklopedia Perroflauta“. Puede que a estas alturas de la descripción el lector tenga ya un cacao mental de proporciones oceánicas, así que, sin más preámbulos, les dejo con Fernando Díaz Villanueva.

Una entrevista de Jorge Pan para Compostimes

sábado, 29 de diciembre de 2012

La recuperación llegará en 2009… en 2010… en 2011… en 2012… en 2013… en algún momento


Echemos la vista atrás. Llevamos en crisis desde hace, aproximadamente, unos cinco años. La crisis empezó en algún momento entre finales de 2007 y principios de 2008. Al principio, como todos sabemos, no existía. En 2008 hubo elecciones y, aunque ya había comenzado la destrucción de empleo y el cierre de empresas, el Gobierno de entonces miró hacia otro lado y negó la mayor subiéndose sobre un carro de mentiras que tuvo su mejor escenificación con motivo de aquel debate electoral entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro. ¿Se acuerdan? ¿No? Pues aquí lo tienen.

Luego la gravedad de lo real se impuso con crudeza inaudita. La Pesoe ganó las elecciones y siguió a lo suyo, diciendo que eso de la crisis era algo psicológico, que bastaba con no pensar en ella y consumir mucho para que las empresas siguiesen produciendo. Por empresas hay que entender constructoras, promotoras y cajas de ahorro. En aquella época lo único que fabricaba España eran urbanizaciones, parques eólicos y obras públicas faraónicas. Todo previo plan urbanístico, creditazo de la caja, y jugosa comisión para el concejal de turno.

viernes, 28 de diciembre de 2012

El rapto del niño

A falta de mejores entretenimientos navideños, el perroflautaje patrio –que por aquello del paro es numerosísimo y muy activo– ha perpetrado una de las acciones de protesta más berlanguianas que cabe imaginar. Átese los machos: han “secuestrado” al niño Jesús de un Belén de Santiago de Compostela para, horas después, “liberarlo” en el interior de un cajero. Toda la proeza, debidamente aliñada por el lenguaje grapil y palestinoide al uso, la han grabado en vídeo y, para que quede constancia gráfica de la misma, la han colgado en YouTube a modo de “comunicado urxente” (urgente).

La venganza de los pardillos

Otro más al coleto: Alberto Nadal (hermano de su hermano y cuñado de su cuñada) acaba de ser nombrado secretario de Estado de Energía. Todo el poder para los sorayos, a este paso no se si va a haber cargos para todos. Si no los hay ya se los inventarán, que los recursos de esta gente son ilimitados o limitados sólo por la paciencia de los acreedores y del Banco Central Europeo.

Y quién es Alberto Nadal se preguntará el 99% de los lectores (el 1% restante es el Sorayo Nadal, su augusto hermano, que sabe muy bien quién es). Alberto es un sorayo de tronío. Gafa de pasta, quijada de mero a la espalda y la titulación de técnico comercial del Estado en la cartera. Hasta hoy era vicesecretario de asuntos económicos de la CEOE. Sí, ya se que es sorprendente que la patronal tenga una secretaría de "asuntos económicos" cuando, en rigor, esos son los únicos asuntos que debería de tratar el tercio patronal del sindicato vertical, más conocido como CEOE.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Balanzas gordiles ya

Diez horas y siete minutos de la mañana: el número 76.058 se lleva el primer premio de la Lotería de Navidad, más conocido como “El Gordo”. Un minuto después cae el cuarto premio, veinte minutos más tarde llega el quinto. Luego se hace el silencio (es un decir) hasta el mediodía, cuando los niños de San Ildefonso cantan el segundo premio y poco después el tercero. Sin perder un segundo las unidades móviles de todas las televisiones se desplazan presurosas a las administraciones afortunadas para inmortalizar el momento entrevistando al lotero de turno y grabar al ganador abriendo una botella de cava.

Yes, we live in agarzonian times


Diciembre de 2012, casi un cuarto de siglo después de la caída del Muro de Berlín y ahí los tenemos, el comisariado en pleno celebrando un congreso. Los 100 millones de muertos (y contando) tienen que estar revolviéndose en la fosa común. Los de la perversa ideología del puñito en alto perseveran en su empeño de esclavizarnos. No pedirán perdón, no, nada de eso. Sólo faltaba. Los tiranosaurios del cretácico no sólo se resisten a extinguirse, sino que viven la mar de bien a costa del contribuyente.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Y no ha pasado nada


Cuando empezó a emitir Telemadrid yo era un imberbe adolescente habituado a las estrecheces televisivas de los ochenta. Debutaron con Ben Hur, que se veía fatal y con mucha nieve pero sin anuncios. En aquel entonces, fíjese, metidos en el felipegonzalítico pleno, eso nos parecía el no va a más. Tres canales más el VHS y la Sega Master System, ya podíamos gritar a los cuatro vientos que éramos europeos. Poco después empezaron las privadas, que eran otras tres, una de ellas de pago, lo que no le privó de gozar de una audiencia considerable porque, como veníamos de donde veníamos, nos daba igual tragarnos las películas con nieve y sin sonido. Eran tiempos heroicos que los chavales de ahora no entienden.

martes, 18 de diciembre de 2012

Liechtenstein, por Dios, el Príncipe y la Patria

Imagine un lugar con una tasa de desempleo que ronda el 1% y que nunca supera el 2%. Un sitio donde la inflación es del 0,5%, el IVA no pasa del 7% y la renta per cápita es de 135.000 euros al año. Un país donde hay más empresas que habitantes, donde fundarlas es sencillo y rápido, sin más trámites administrativos que inscribirlas en un registro mercantil y pagar sus impuestos correspondientes cada ejercicio, unos impuestos que jamás van más allá del 20% de los beneficios. Este nirvana económico existe, y no está tan lejos de España, a apenas un día conduciendo cómodamente por la autopista. Se trata de Liechtenstein, el país más rico del mundo.
La abundancia en la que nadan sus habitantes no se la deben a la naturaleza, que ha sido extremadamente avara con ellos. Liechtenstein se encuentra en el fondo de un valle alpino. Hace frontera con Austria y Suiza, dos países que carecen de acceso al mar, convirtiéndose de este modo en uno de los dos países doblemente bloqueados del mundo (el otro es Uzbekistán). El clima extremado de los Alpes y lo accidentado del terreno no invitan a explotar con provecho la ganadería o la agricultura. Los inviernos son largos y nevosos, los veranos cortos y húmedos. Liechtenstein, un pequeño principado de poco más de 35.000 habitantes lo tenía todo para ser uno de los lugares más pobres y atrasados de la Tierra.      

lunes, 17 de diciembre de 2012

El 'tontolacena'

De la variedad infinita de especímenes navideños que pululan por las calles de Madrid en estas fechas, el más irritante de todos es el tontolacena. Y lo digo así, sin más preámbulos y con la convicción de un experimentado zoólogo urbano. Surge de profundis y se desparrama en hordas cuando las sombras se abaten sobre la urbe. Tras muchos años de estudio he llegado a la conclusión que el tontolacena no es más que una mutación temporal de otra especie, el chupatintas, que, por lo general, es de trato desagradable pero de comportamiento pacífico. Y es eso, la cercanía de la Navidad, lo que, como la Luna llena para los hombres-lobo, les hace cambiar su etología y aspecto externo.