jueves, 4 de octubre de 2012

Un hombre completo

Cuando José Martí dijo aquello de que, para que un hombre fuese completo, necesitaba plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro se le olvidó añadir un requisito más: tener un ejemplar dedicado del primer (y esperemos que último) ensayo histórico de Nachojcolar y su augusta paternidad veinteminutea. Si no lo hizo fue porque Martí murió antes de conocer a este par de polígrafos que han revolucionado las letras españolas de este siglo que empieza. Pues bien, dicho esto, es para mi un honor anunciar a los pocos pero selectos lectores de este blog que ya soy un hombre completo. He plantado un árbol, sólo uno, hace mucho tiempo, en mis años escolares con motivo de uno de esos días del árbol que celebraban en el colegio. Recuerdo haber echado un par de puñaditos de arena sobre el alcorque. Por los pelos pero cuenta como árbol plantado. He tenido hijos y, lo más importante, los he hecho del Atleti hasta el día del juicio final. Y he escrito no uno, sino seis libros que en breve serán siete. Sólo me faltaba la dedicatoria de estos dos gigantes del pensamiento occidental. Damas y caballeros, aquí la tienen, les ruego la contemplen con el respeto y la reverencia debida.



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