A través de Nihil Obstat, una de las mejores bitácoras que conozco, mantenida por Josep M. Fàbregas, he llegado a esta curiosa encuesta del World Public Opinion. Trata del apoyo que la economía de mercado tiene en 20 países del mundo, tanto del primero como del tercero. En promedio el capitalismo gana por goleada, un 61% de los encuestados está a favor del sistema de libre empresa y libre mercado o, dicho de otro modo por ajustarse a la pregunta de los encuestadores, considera que este sistema es la mejor base sobre la que puede sustentarse el futuro del mundo.
Las diferencias entre unos países y otros son, no obstante, muy notables. Los que más valoran el capitalismo no son los norteamericanos sino los chinos, seguidos de los filipinos. Estados Unidos figura en tercer lugar, le siguen no muy lejos Corea del Sur, la India, Indonesia y, prepárense, ¡Nigeria! En la India, por ejemplo, 7 de cada 10 entrevistados opinan que sí, que no hay nada como dejar hacer. Algo parecido sucede con los indonesios.
Hasta cierto punto me parece lógico que los habitantes de estos países que están desarrollándose confíen en un sistema que ha elevado el ingreso per capita espectacularmente en los últimos años, y que les ha permitido entrar en las corrientes del comercio mundial. En esta idea insistí en un comentario que publiqué en en Instituto Juan de Mariana hace unos meses. La creciente prosperidad de algunos países del tercer mundo que hasta ayer eran pobres de solemnidad, incomoda, y mucho, a nuestros progres, que viven tan ricamente con la cantinela de que ellos son pobres porque nosotros somos ricos. Una falacia monumental y que, inexplicablemente, no hay manera de acabar con ella.
Lo preocupante es lo de Europa. Se salva de la quema el Reino Unido, con un 66% de aprobación, seguida de Alemania, Polonia y, España, sí, nuestra España. No todo está perdido. Aquí el 63% de los encuestados apoyan el libre mercado y la libre empresa. A partir de ahí todo es cuesta abajo. Italia un 5%, Turquía un 47%, Rusia un 43% y Francia ¡¡un 36%!!, un mísero 36% que, combinado con el 50% que está en contra, pinta un panorama un tanto desalentador. Cuando Semprún Maura compara a Francia con la felizmente extinta URSS no anda tan desencaminado. Pobre Revel, predica en el desierto.
Hecha esta triste excepción, me complace saber que la causa de la libertad, al menos de la económica, va ganando adeptos en el mundo, especialmente donde ésta es más necesaria. Los antiglobalización deberían tener esto en cuenta antes de erigirse en portavoces de los desheredados de la tierra.
Por último, me pregunto porque esta encuesta no ha trascendido a los medios. (pregunta retórica, evidentemente)
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