Carlos Rodríguez Braun es algo más que un simple economista y bastante más que un anodino catedrático de una universidad pública. Y lo mejor de todo es que no desperdicia ocasión de demostrarlo. Junto a su obra académica, sesuda, dirigida a especialistas en la materia, Rodríguez Braun ha espigado lo mejor de su argumentario liberal para regalar al mercado dos o tres títulos de esos que merecen la pena ser leídos por los que no somos economistas ni catedráticos y no tenemos intención alguna de serlo.
miércoles, 23 de febrero de 2005
martes, 22 de febrero de 2005
El efecto chiringuito
Hace cosa de un mes, Jesús Caldera, que, para el que no lo sepa, es el ministro de Trabajo, viajó a Moscú. Hasta aquí perfecto, un miembro del Gobierno de visita en otro país. Pero, ¿qué hacía Caldera en Rusia?, ¿con qué objeto se desplazó hasta un lugar tan lejano en pleno mes de enero? Por la tele no han dicho nada y eso es motivo suficiente para que cualquier observador que sea un pelín desconfiado eche mano de aquel viejo refrán que dice "piensa mal y acertarás". Y acerté. Caldera se fue hasta Moscú a perder el tiempo. Exactamente a comunicar personalmente a los pocos "niños de la guerra" que quedan aún con vida que el Gobierno les va a subir la pensión.
jueves, 17 de febrero de 2005
Parodia del pluralismo
En España opinar libremente y en público linda con el delito. Nuestros gobernantes tuvieron, tienen y, por lo que se ve, tendrán siempre pavor por lo que se diga de ellos en los medios de comunicación. No es extraño que en tiempos de la dictadura todas las emisoras de radio privadas tuviesen que conectar con el parte de Radio Nacional, o que fuesen necesarios tantos años para que naciese en nuestro país la televisión privada. Recuerdo como cuando era niño me contaban que en el extranjero había multitud de canales de televisión, hasta cuarenta en una sola ciudad, me decía mi padre cuando volvía de viaje. Aquí, entretanto, nos conformábamos con los dos canales estatales que, además, eran inaguantables, estaban manipulados y pintaban la realidad como le convenía al Gobierno, que por aquel entonces era el de Felipe González. Para echarse a temblar.
jueves, 10 de febrero de 2005
Así las gasta la izquierda
Estás lleno de gasolina y nosotros tenemos la cerilla. La podemos arrojar cuando nos dé la gana". "Quiero que sepas que en la Ejecutiva de mi partido [PSOE] hay gente que piensa que hay que llevarte a los tribunales; otros creen que es mejor no hacer nada, y hay quien dice que lo mejor es llamar a tu casa para decir que sabemos en qué colegio estudian tus hijos" (Miguel Ángel Sacaluga, consejero de RTVE metido a comisario político).
domingo, 6 de febrero de 2005
Un timo de doce estrellas
Ahora que ha arrancado en España la campaña para el referéndum sobre la Constitución europea lo suyo es pararse un momento y dedicar al menos un minuto a reflexionar sobre la inmensa farsa que nos está tocando vivir. Decía Zapatero el otro día frente a una multitud lobotomizada que si votamos favorablemente al engendro no habrá ni guerras ni dictaduras. Hace falta ser simple, mentecato y malvado. Es decir, que si se nos ocurre votar que no, simplemente porque no nos gusta la Constitución, porque no nos gusta él o porque no nos da la gana levantarnos de la cama el día 20, que es domingo, estaremos promoviendo la guerra y preparando la antesala de una dictadura. A ZP, que es un lince en esto del mitineo cutre, quizá eso le parezca normal. Identificar lo que él defiende con la democracia y la paz y cargar a los que se oponen con la guerra y la dictadura es el ejemplo vivo de dónde ha quedado el debate sobre la Constitución y cuál es el futuro que nos espera a los que osemos oponernos en público.
viernes, 4 de febrero de 2005
Envenenadores y envenenados
Corría el año 54 de nuestra era y el Imperio Romano se encontraba en el apogeo de su esplendor. El emperador Claudio, máximo pontífice y jefe de los ejércitos, se disponía, en la soledad de una de las cámaras de Palacio, a cenar un plato de setas, su manjar predilecto. La emperatriz Agripina le miraba de lejos, aguantando la respiración y esperando que los efectos de la letal amanita phalloides hiciesen efecto. Al terminar, Claudio se retiró a su alcoba con un fuerte dolor de estómago.
Pidió a un esclavo que le suministrase una pluma de ave para vomitar, pero Agripina lo tenía todo preparado: la pluma iba convenientemente emponzoñada, y así selló el fin de uno de los emperadores romanos que con más desigual fortuna han pasado a la historia.
Pidió a un esclavo que le suministrase una pluma de ave para vomitar, pero Agripina lo tenía todo preparado: la pluma iba convenientemente emponzoñada, y así selló el fin de uno de los emperadores romanos que con más desigual fortuna han pasado a la historia.
jueves, 3 de febrero de 2005
La tasa Almodóvar
Lo reconozco, le debo el hallazgo a mi amigo y compañero de periódico y de fatigas Pablo Molina, que es un murciano de armas tomar cuyo acerado ingenio no deja ni de sorprenderme ni de hacerme reír. En el Cuaderno de Bitácora que mantiene en la red bajo el agudo título de “La caverna neoliberal“ publicaba ayer una entrevista al autor de otra página no menos curiosa e hilarante, el weblog Progres, una parodia de la SER que hace las delicias de cualquiera que esté hasta las narices de las trolas y bravuconadas de esa cadena de radio.
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