lunes, 30 de enero de 2006
"Parecen cuatro menopáusicas de pueblo, más bien cortitas, en la boda de la prima Puri dispuestas a "pillar" al último borrachín de la fiesta. El atuendo de Pixie y Dixie sencillamente inenarrable. Esta señora tiene, sin duda, una rica vida interior. Lo raro es que no fuera de heavy metal, ahora que se ha arrejuntado con el ex-novio de su hija, un guarrillo del rock, que ya hay que echarle cojones." Aunque lo intente, me sería imposible superar la descripción de Pablo Molina. Sólo por fotos como esta, merece la pena tener el cine subvencionado, la tele perdiendo billones y lo que haga falta. No tienen precio. Ni la pose, ni los vestidos, ni el careto de la Calvo ni el ballenato de la izquierda. No quiero ni pensar si fuesen del PP, a los que le hacen los guiñoles a Polanco les haría dado un síncope esta noche de tanto trabajo.
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