No oculto la alegría que me produjo saber que en Francia había ganado el no. Me complace imaginarme a Zapatero, Moratinos y demás fauna monclovita cociéndose en su propio veneno. El hecho es que ZP no da pie con bola en sus personalísimas apuestas internacionales. Con lo de Bush en noviembre sudó tinta china, y la elección de Joseph Ratzinger como sucesor de Juan Pablo II probablemente le indispuso varios días. Estas cosas pasan cuando un presidente confunde sus intereses y preferencias con los del país que gobierna. En cierto modo el revés estaba cantado. Casi todos los sondeos de opinión arrojaban que el no se iba a imponer gracias al celo de sus partidarios que andaban especialmente motivados con el desafío. En el otro lado, en el del sí, cundía el desencanto. Han apoyado la Constitución los borregos de siempre que hacen lo que dice el del telediario, los escépticos y los que creen aún que Europa es la improductiva piara de burócratas que pastan del presupuesto comunitario.
lunes, 30 de mayo de 2005
martes, 24 de mayo de 2005
¡Muera la inteligencia!
Se veía venir, es más, no sé aún como no ha sucedido antes. La campaña de acoso, laminación y derribo que la izquierda española emprendió hace un par de años contra un simple historiador tenía que terminar de esta manera. Porque Pío Moa no es un líder político, ni el portavoz de una asociación, ni siquiera es director de un periódico. Pío es un profesional de la historia, repito, un profesional de la historia –insisto para que me oiga bien toda esa patulea de historiadores universitarios de los que partió la campaña injuriosa– cuyo único pecado ha sido someter a revisión ciertos aspectos sobre la República y la Guerra Civil. Nada más, y nada menos, porque falta hacía que alguien le echase narices y plantase cara a la falsificación histórica a la hemos asistido sin inmutarnos a lo largo de las tres últimas décadas.
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lunes, 23 de mayo de 2005
El hartazgo alemán
El sueño rojiverde se desvanece en una Alemania a la que semejante experimento le ha salido carísimo. Hace seis años la coalición de izquierdas controlaba, aparte del Gobierno federal, los Parlamentos de casi todos los estados. Se salvaban entonces de la escabechina la próspera Baviera y la no menos próspera Baden-Württemberg, feudos del conservadurismo alemán y, no por casualidad, los estados más ricos del país desde que los alemanes empezaron a elaborar cerveza, es decir, desde siempre.
domingo, 15 de mayo de 2005
El viaje a ninguna parte
“Ay, Galván, hijo y nieto de galvanes...” es lo primero que me vino a la mente cuando la semana pasada me enteré del timo que a lo largo de los últimos treinta años ha perpetrado Enric Marco, el ya ex presidente de la Asociación Amical de Mauthausen. La frase pertenece a una de una de las mejores películas españolas de las que tengo recuerdo. Se llama “El viaje a ninguna parte” y cuenta la triste historia de unos cómicos que, allá por los duros años de posguerra, se ganaban la vida malamente representando comedias por los pueblos de la llanada castellana. Un puñado de actores ambulantes, de perdedores castigados por la vida que coleccionaban sabañones por los embarrados caminos de aquella España en ruinas.
martes, 3 de mayo de 2005
Se vende moto
Está muy de moda un tal Juan Campmany, –respire aliviado, nada tiene que ver con el columnista de ABC– que, según repiten sin descanso, hizo de Zapatero ese líder chiripitifláutico que es hoy. De hecho, el gachó es nada menos que el que se inventó aquello de ZP, que tanto juego está dando a sus críticos, incluyéndome a mí naturalmente, aunque lo prefiera en la forma Zetapé, que es la variante que Cristina Losada utiliza habitualmente con esa retranca gallega tan deliciosamente suya.
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