El PP no ha ganado las elecciones. Ha sacado, efectivamente, 155.000 votos más que el PSOE, pero en términos de poder contante y sonante, del poder que importa, el de las alcaldías y las presidencias de comunidades autónomas, con su presupuesto, sus consejerías, concejalatos, sinecuras y coches oficiales, los que se han llevado el gordo han sido los socialistas. Es cierto que, como mi admirado Humberto Vadillo afirma, en tres años no ha conseguido Zapatero levantar el vuelo dilapidando la ventaja que traía del 14-M. Pero no lo es menos que, a pesar de lo que ha caído en todo este tiempo, los socialistas mantienen posiciones y ganan plazas nuevas, algunas de gran importancia como Baleares o Navarra.